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Todo amante de los puros sabe que el almacenamiento lo es todo.
Un buen puro es casi un ser vivo: si está demasiado seco, se agrieta; si está demasiado húmedo, no arde bien.
Las condiciones ideales rondan los 21°C y 70% de humedad, pero no todos tienen un humidor desde el principio.
La buena noticia es que no necesitas uno caro para cuidar tu colección.
Con un poco de creatividad (y algunos artículos del hogar), puedes mantener tus puros en excelente estado sin gastar mucho.
La solución más simple también es la más eficaz.
Coloca tus puros en una bolsa tipo Ziplock con un paquete de humedad Boveda, ciérrala bien y guárdala en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar.
Este método casi no requiere mantenimiento y mantiene los puros frescos durante semanas o incluso meses.
Un recipiente de grado alimenticio (como Tupperware) funciona sorprendentemente bien como humidor temporal.
Coloca una esponja húmeda o un paquete de humedad dentro, sin que toque directamente los puros.
Usa solo agua destilada y revisa la humedad cada pocos días.
No es tan preciso como un humidor, pero para fumadores ocasionales es una opción confiable.
Si tienes una pequeña nevera portátil, ya tienes medio trabajo hecho.
Forra el interior con láminas de cedro español, coloca algunos paquetes de humedad o perlas de sílice y añade un higrómetro para controlar la humedad.
Guárdalo en un lugar sombreado y estable: tus puros se conservarán frescos durante meses.
Para colecciones pequeñas, los frascos de vidrio tipo Mason son prácticos y estéticos.
Usa frascos limpios y herméticos —el vidrio no absorbe olores— y combínalos con un paquete de humedad adecuado al tamaño.
Para almacenamiento prolongado, retira el celofán del puro; para uso temporal o viajes, déjalo puesto.
¿Sin equipo? No pasa nada.
A veces una habitación estable basta.
Elige un espacio fresco y oscuro —como un armario o sótano— lejos del calor, aire acondicionado o luz solar directa.
No mantendrá la humedad perfecta, pero es suficiente para evitar que los puros se sequen por un tiempo corto.
Un humidor es el estándar ideal, pero estos trucos caseros pueden salvar tus puros mientras tanto.
Recuerda: un puro bien conservado ofrece mejor aroma, tiro más suave y sabor más rico.
Trátalos bien —aunque no tengas equipo sofisticado— y disfrutarás de una fumada perfecta cada vez.